El trabajador exitoso en el clima laboral exitoso

El valor del factor humano en la empresa es innegable y la posibilidad de que un colaborador se desarrolle y avance dentro de la compañía no depende únicamente del individuo. La alta gerencia debe ser partícipe de ese crecimiento y fomentar las condiciones que le permitan a cada trabajador alcanzar su potencial.

Anner Mejía es director general de GRUPO MISOL y tiene a su cargo doce gerentes, de quienes dependen 2,870 empleados. Para Mejía es clave que cada persona identifique su propio potencial. “El individuo debiera tener claro que quiere en esta vida, para qué fue hecho. Partiendo de eso puede planificar metas sostenibles”, comenta. 

Mejía tiene claro que las empresas que prosperan son las que valoran la labor interna de cada colaborador. En la compañía que dirige han detectado que los trabajadores que tienen más crecimiento son aquellos más comprometidos con su propio crecimiento y con el crecimiento de la organización. 

Pero, ¿cómo identificar el potencial de cada persona? La respuesta para este gerente es establecer indicadores para que cada uno conozca sus fortalezas y debilidades. Además, la empresa debe crear un ecosistema que permita desarrollar las capacidades individuales. 

“El ecosistema ideal es aquel donde yo como trabajador me siento apreciado y tengo una buena comunicación con los demás. Hay quienes tienen la idea que el trabajo es un castigo y es porque el ambiente interno es poco óptimo”, dice. Por eso, Mejía señala que los líderes de hoy deben comprender que se deben a las personas de la organización. 

Comparte que en Grupo Misol llevó a cabo un ejercicio para fomentar tanto el conocimiento de cada colaborador con sí mismo como para mejorar las condiciones del ecosistema: “Hicimos una autoevaluación con nuestros gerentes para ver cómo se percibían a sí mismos en cuanto a ejes fundamentales como credibilidad, acceso, integridad, imparcialidad y oportunidades de desarrollo”. 

Posteriormente hicieron esas mismas preguntas a las personas a su cargo y los resultados mostraron que los líderes se perciben a sí mismos de una manera distinta de como los ven los demás. 

“En la medida en que vamos descubriendo las fortalezas y debilidades de cada líder, procuramos entrenamiento en áreas a fortalecer porque el crecimiento lo debemos de incentivar desde la alta gerencia”, indica Mejía. 

Esto, entre otros, evita problemas de “bossing” (el hostigamiento psicológico y sistemático que puede sufrir un empleado en el trabajo), además que fomenta las condiciones para el crecimiento personal y empresarial. 

Buen clima laboral de la mano de la alta gerencia 

Para Anner Mejía crear un ecosistema en el que se puedan desarrollar las habilidades individuales de las personas es necesario en una empresa con aspiraciones de crecimiento. 

Mejía comparte cinco áreas que ayudarán a la alta gerencia a mejorar el ambiente organizacional. 

  1. Crear condiciones para el desarrollo profesional. 
  2. Reconocer a los empleados que se identifican con la marca de la empresa. 
  3. Procurar el entrenamiento en oportunidades de mejora. 
  4. Aprender a confiar en talentos de otros.
  5. Utilizar un método de medición de las áreas de trabajo. Lo que no se mide no se puede mejorar. 

Susana Portillo / The Learning Group