Para las Empresas
La ausencia de las caricias positivas más temprano que tarde terminaran siendo toxicidad pura para quien las inhale.
Un liderazgo que se base en caricias negativas o en escasez suele llegar a insultos, falta de seguridad, humillación… miedo.
En contraposición, las personas si sienten que son oídas y atendidas y que cuando buscan caricias las consiguen en su justa medida comienzan a generar raíces profundas de sinergias y confianza, el compromiso, la calidad, la excelencia y comienza a crecer la creatividad y la innovación.